Servidor Web Personal, Almacenamiento, Proveedores y Distrubidores de Internet
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Proveedor de Servidor Web, Almacenamiento Personal, Distrubidores Internet
Así y todo, para los entusiastas de internet y los firmes practicantes del “hazlo tu mismo”, aquí van los pasos para montar un servidor propio.
En primer lugar, tenemos que contar con un ordenador y una conexión de banda ancha (de la compañía telefónica) o de cable módem (de la compañía de cable) a internet. Lo ideal es que dediquemos una computadora que no sea la que utilizamos a diario, cosa de separar el contenido, las funciones y el riesgo de seguridad. La conexión debe ofrecer un buen ancho de banda, de eso dependerá la velocidad en que nuestros visitantes podrán descargarse nuestra página.
Como segundo paso, tendremos que conseguir un nombre de dominio y apuntarlo a la dirección IP de nuestro ordenador.
Aquí debemos hacer una pausa para comprender cómo funciona esto. Cuando nos conectamos a internet a través de banda ancha o de un cable módem, la empresa que nos presta el servicio de conexión asigna una dirección IP a nuestro equipo. La dirección IP es un conjunto de números que van del 0 al 255 en cuatro bloques separados por puntos y sirven para identificar una computadora en la red. Como internet es una red de redes, todos los ordenadores tienen que tener una dirección IP para conectarse a ella.
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Normalmente esta dirección IP es dinámica, lo que significa que se va modificando con cada uso. Ahora bien, los sitios web necesitan una dirección IP estática, o sea que siempre sea la misma. Es como un número de teléfono al que nuestros visitantes siempre podrán llamar para encontrar la página web.
Como la gente no está dispuesta a memorizar grandes cadenas de número para entrar a los sitios de internet, existe algo así como un directorio de teléfonos o guía telefónica, llamado servidor DNS, donde por cada dirección IP estática figura a qué nombre de dominio pertenece. Por ejemplo, el IP 216.239.37.99 pertenece a Google.
Entonces nos apuntamos en un proveedor de nombres de dominio y elegimos el nombre que nos guste para nuestro sitio, si es que está disponible. Luego para tener un servidor propio tendremos que crear un servidor de DNS, cosa de incluir en él nuestra dirección IP estática y nuestro dominio, para que podamos figurar en esta suerte de “directorio telefónico de internet”.
Pero hemos dicho que los usuarios de internet normalmente tenemos una IP dinámica. ¿Cómo convertirla en estática? Si en nuestra red del hogar hay varios ordenadores o una red wifi, significa que cada vez que encendemos el ordenador, cambia la IP. Pero podemos configurar la computadora y el router para asignarle un IP local (sólo para la red) estático. Eso sólo resuelve el problema interno de la red local, pero puede andar si el ordenador está siempre encendido y podemos confiar en que conservemos la misma IP dinámica todo el tiempo (lo que en verdad sería bastante difícil que suceda). Cada vez que cambie la IP, tendremos que volver a apuntar el servidor a la nueva IP.
Hay una alternativa externa y es usar los servicios gratuitos de DNS dinámica de sitios como por ejemplo No-ip o DynDNS en inglés, o CDMon en español (hay muchos más), que nos permiten trabajar con IP dinámica, usando un subdominio de sus URLs (por ejemplo misitioweb.no-ip.com). Estas empresas cuentan con un programa que les informa de tiempo en tiempo las actualizaciones que sufre nuestra dirección IP dinámica, de modo que siempre pueda haber una correspondencia entre la IP y el subdominio que nos otorgaron.
Tener un sitio como subdominio de otro no es importante si estamos trabajando en una web personal, pero puede lucir poco profesional si deseamos mostrarnos como empresa. Para estos casos insistimos que es mejor adquirir un nombre de dominio .com, .info o .net., aunque tengamos que crear un servidor DNS propio y actualizar la IP cada vez, algo bastante engorroso.
Hecha esta digresión, continuamos con la idea de montar nuestro propio servidor. Habrá que configurar el router para que los pedidos entrantes sean canalizados a través del puerto 80, que es el puerto apto para Http, y si estamos en Windows, configurar también el firewall o cortafuegos para que acepte este puerto. Muchas veces está deshabilitado por cuestiones de seguridad.
A continuación, para montar el servidor propio tendremos que instalar Apache o cualquier otro programa de servidor. Apache es, por lejos, la aplicación más popular, es gratis y muy completa, corre bien en Windows, Mac y Linux. Entonces, primero descargaremos Apache si no lo tenemos en el ordenador y lo instalaremos. Seguimos los pasos que nos da el propio programa. Luego debemos mover nuestro sitio web, si ya lo tenemos diseñado, a los directorios que Apache leerá, cuidando de contar siempre con una página de entrada llamada index.html para que el servidor la cargue cuando nuestros visitantes ingresen el nombre de nuestro sitio.
Todo lo que queda es probar si funciona. Lo intentamos desde un ordenador de casa y luego, desde otro que no forme parte de la red domiciliaria para ver si funciona para todos. Y ahora sí, ¡a disfrutar!
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